13 de octubre de 2021

"Al volcán palmero". Poema.

Empezó usted en Cumbre Vieja,
Y aquellos que le estudiamos,
Sabíamos de sus bondades,
mas también de sus maldades.

¡Pare ya, señor volcán,
Que de bolsa magmática,
Vino usted irritado.
Suelta lapilli y bramidos!

Señor volcán, pare ya,
Hay amigos, gente buena.
Deje ya de escupir lavas,
Déjese ya de demostrar,
Su arrojo y su poderío.

Cautivan sus imágenes,
Su reacción a presión,
Creación de nuevas tierras,
Con coladas que llegan al mar.

Piense que destuyó casitas,
Comió terrenos de plátanos ricos,
Hizo usted bien su tarea,
No se nos sulfure más,
Pero considere y tenga a bien,
Que hay personas aquí arriba:

No se esperaban esto,
Quedarse sin su hogar,
Sin el trabajo de sus años,
Hecho con pobres manitas.

Palmeros, palmeras le quisieron,
Lo llegaron incluso a estudiar,
Todo el lugar, era un Parque Natural.

No se porte más así, don volcán,

Los tiene muy cansaditos,
Humildes, la mayoría,
¿Y no lo pueden ni pisar?
No me esperaba eso de usted:
Admiro, sí, la lava de Los Dolores,
Que paró y quietita allí se quedó.

Tendrán generaciones que esperar,
Para ver de nuevo ese verdor hundido,
En el mísero negro que enterró,
La colada, que usted lentamente arrebató.

Toda su vida en coladas,
¿Cómo les explicará,
Que no era menester
Tanto arremeter,
Hacia el cielo rugiendo?

¿Cómo querrán de nuevo la tierra,
Que con pasión pisaron,
Mientras allí crecieron, rieron, lloraron...?

Pare ya, se lo ordenamos,
Pues su calor ya nadie querrá,
Pasará a ser mero objeto de la ciencia,
Y nuestras lágrimas no lo enfriarán.













29 de julio de 2021

NUEVO MUNDO NORMALIZADO. Poema canario para agosto.

Vieron los magnates, tras fuentes de artistas,
Una nueva forma de esclavitud blanca:
"Construiremos torres altas, luminosas y de colores,
haremos trampolines,
Vendrá el dinero a mansalva" -decidieron a solas-.
Del paraíso canario, otrora Las Islas Afortunadas,
Hicieron mixtura de razas,
Pero no todos,
De sus ricas mieles mamaron.


Vendrían más de tres crisis,
Y de las últimas, la más cansina,
La pésima del Covid.

Los grandes constructores,
Manos en la cabeza,
Despidieron a las hormigas blancas,
Y también a las de colores.

Siguieron elevando puentes,
Derrumbando montañas,
E ideando carreteras en el desierto:
Como en el lejano Oeste americano,
Sin caballos, pero sí cantinas, dos o tres,
Para beber un tequila seco, a más de 50 el trago,
Prometer castillos en el aire,
Porque sabían que allí quedarían,
Con sus babas, de palabras vacías,
Castillos y más casinos.

Así, en el exilio, más de media juventud,
Seguía limpiando baños, sirviendo galletas, cafés, y sudando.
El que menos, caminando,
En calles internacionales,
Vendiendo su cuerpo o su mente,
Al Nuevo Mundo Normalizado.

Atrás, muy atrás y, casi prohibidos quedaron:
El pasado del rent-a-car, los souvenirs de la infancia,
La agricultura, buenas palabras, la amistad o darse un abrazo...

El satanás del kaos, de impostura y puritanismo,
Escondido en sedas de libertad,
Tomó consciencias, sin discernir,
Si volvíamos al error.

Otra vez, a repetir,
Penurias y caras serias; miserias.
El cuento del nunca acabar,

Otro adiós a la libreta, al libro, a vivir el día a día,
Sin consciencia, sin ciencia, con susto en el cuerpo...



27 de abril de 2021

"Señorita Caridad, de lánguida normalidad".

 "Lánguida normalidad"

Sin ahondar en religiones,
Que antaño nos relataron,
Como con Jesús el Cristo,
El Oráculo de Delfos,
O los budistas y otros de oriente,
Afirmo como un letrado:
¿Dónde se escondió, Srta. Compasión?

No es asunto político,
Sino de sociedad,
De los medios, y a las bravas,
Los tontos del poder:

Se sirvieron del dinero,
Que era para su pueblo,
Se lavaron todos las manos,
Y nos dejaron desnudos.
De ropajes ligeros,
Sin vestimenta el alma.

Gritan por los altavoces,
Jalean en los plasmas,
Que si adalides de libertad,
Y yo digo, ¡Caridad! ¡Por favor, Caridad!
Doña Comprensión, Srta. Caridad,
Hermana de la Comprensión,
¿Están perdidas o en captura?

En esta Edad de Piedra,
Se acabó esa risa noble,
Ganaron los fariseos:
De la mentira y de la falsa admiración.

Mucho Dios, poca decencia,
Muchas palabras que nos sobran,
y gran pérdida de ilusión.
Nos hemos hecho grandes de repente,
Adiós, adiós, inocencia.

Fútbol como "alibi",
Y eructos llenos de insultos,
Para darse golpes de pecho:
Un poderoso "provida",
Que detesta a homosexuales,
Y guarda vergüenzas fatales.

De ese Dios-desamor,
Jamás aprendí de pequeño,
Menos aún, del Dios-rencor.

Tampoco sé qué es una mujer serpiente,
Pero sí del tiempo que pasa,
¿Habrá que buscar más culpables,
Para la Santa Inquisición?

A los chistes y las burlas,
Les dedican horas enteras:
¡Que se rían de ellos mismos!
Como de los desvalidos,
De los que no son nada y lo saben.

Es un perdónalos, no saben lo que hacen,
Ni de qué pata cojean, renguean.

Son los extremos desbocados,
Que promete un nuevo Hitler,
Con destino Nueva Siberia,
Con Stalin de maquinista.

Los que dijeron toma mi mano,
Y aquí está la justicia,
Se volvieron a la cueva,
De los Cuarenta Ladrones,
Y repitieron la historia.

Cada vez somos más,
Con Esperanza y Verdad,
Que sabemos muy poco,
Pero, al final del camino,
Los bolsillos vacíos, de recuerdos llenos.

¿Qué te han hecho, Democracia?
¿Que fue de ti, mi pequeña Transición?


Abril de 2021.













12 de febrero de 2021

¿Qué es el masaje consciente? Jorge Ferro.

Jorge Ferro se considera un masajista, además de un creyente en la comunicación y la liberación de nuestras emociones, a nivel consciente, como fuente de sanación. Es su terapia alternativa (sin dejar de lado la medicina tradicional, por supuesto).
He estado bajo sus manos, grandes, casi de pianista, bajo su oído atento, que sabe escuchar y dar respuestas exactas, casi como si te leyese el pensamiento, aunque quizás esté exagerando. Eso sí, es su mirada atenta, expresiva y su cuidado selecto al elegir cada palabra y cada movimiento durante el masaje. La labor que desempeña es de calidad.
Al entrar en su despacho, en lo que sigue siendo para mí parte del centro de Las Palmas de Gran Canaria, te encontrarás con un chico joven, moreno, de muy buen ver y sonriente, aunque serio y muy noble.
Captarás los olores a incienso y otras esencias que utiliza para lo que él llama desbloquear nuestro cuerpo. Algunos se preguntarán si es algo tipo mágico: No, no es mágico. Es algo que realiza de forma semi-altruista, debido a la relación calidad/precio y, sobre todo, por el tiempo dedicado a estar contigo.

Su trabajo esencial, sería algo así para la medicina tradicional, como lo que Freud y la psicología a posteriori llamó como bloqueos emocionales, o bloqueos psicosomáticos, que se manifiestan en nuestro cuerpo de varias formas, según cada persona, y que Jorge trata siempre de manera respetuosa.
Que quede bien claro que Jorge, al que ahora considero un excelente amigo y persona, solo me ha motivado a escribir estas líneas, totalmente en libertad. Fui yo, motu proprio, el que deseaba devolverle algo a cambio de las dos sesiones en las que trabajó intensamente conmigo.
Si sigo con una descripción breve pero concisa para convencer a cualquier persona que lo necesite, ya sea por estrés o cualquier otro padecimiento emocional que le impida seguir adelante con su vida, liberándose de esas obstrucciones que a veces son nuestras o nos vienen de fuera, le recomiendo encarecidamente que visite a este hombre, joven pero experto, tan particular.
Si usted es alguien con algo de sensibilidad, lo notará aún más, pero si no, también, pues se producen desbloqueos en nuestro cuerpo que se manifiestan a los dos o tres días de la primera sesión.
Él determinará, siempre con la ayuda de la persona que acuda, si se deben prolongar o no las consultas, que no tienen por qué ser seguidas ni nada de lo que solemos pensar en este tipo de terapias, distintas a las de un fisioterapeuta corriente (sin quitarles a estos su labor ni su importancia): tan solo debo recalcar que Jorge llega más allá del simple masaje y te masajea el alma, por decirlo de alguna manera.
La confidencialidad está garantizada. La seriedad de esta persona también, así que no dude en acudir a él pidiéndole cita, pues para los que no crean en que a partir de un simple masaje se pueda desbloquear nada, les diría, con toda serenidad, soltura y aplomo que no tienen nada que perder.
Sus honorarios son justos y siempre habrá algún músculo o tendón que relajar. Eso sí, tienen el deber de informarle de cualquier dolor o afección que no deba ser tocada por sus manos, ya que no se trata de un masaje cualesquiera.
Como dije anteriormente, es un masaje del cuerpo, del alma y es respetuoso con cada persona que allí acude. Abajo, les dejo el enlace a su página de Facebook.

N. B.:

Estos días, han despertado por la televisión algunas noticias veraces, aunque también enrevesadas, sobre supuestos coachers que venden agua mágica y cosas similares; ante esto respondo con un rotundo no: Jorge no vende humos, ni promete milagros. Es más, te puede derivar a cualquier otro profesional. Para más seguridad te puedo asegurar que ni siquiera te recomienda Flores de Bach. No me he sentido coartado ni aleccionado de ninguna forma. Jorge: de nuevo, gracias.

26 de enero de 2021

"Objetos animados de una vida perdida".

Dejaste dos habitaciones vacías. Luego miré y vi tu peine rosa, pero no vi el bote grande de laca. Recuerdo, por cierto, cómo te vestías con esos leotardos negros y esa falda oscura para sacudir tu pelo como si fueras un caballo moviendo la cabeza, pero hacia abajo.
Yo te decía: no te eches tanta laca ni te quemes el pelo así.

Dejaste trozos de regalos, trozos de recuerdos alegres y ausencias que no se comprenden: Navidades compartidas conmigo, con tus padres, fotos con nuestro sobrino -y los regalitos que siempre le hacías-, fotos con tu tía, fotos con tu gato y el mío, la mochila que te regalé, la agenda vieja para tomar apuntes, un boli bic suelto, el regalo aquel de Star Treck (del que queda sólo una cacharra vacía), el juego de aceites y sahumerios que me trajiste de Barcelona, la radio con bluetooth, postales y escritos que no puedo ver más, alguna que otra carta y la promesa de tu llegada. Si veo esos objetos, recuerdo cómo te nos fuiste.
Quedaron desconsolados tus varios títulos o credenciales, como tú los llamaste en el trabajo para el cliente de tu hermana, que necesitaba saber cómo resolver un asunto relacionado con enfermedades y para el que te compraste un teclado de ordenador, ya que tu portátil hacía locuras y se te colgaba cuando menos te lo esperabas. Si el destino hubiera esperado a los Reyes Magos, hubieras sabido que tus padres te tenían comprado uno nuevo, y de buena calidad.
Aquí te recuerdo lo que tú misma escribiste. Espero ver algún día en papel esos título y guardarlos como oro en paño:

- Graduada en fisioterapia.
- Máster oficial en osteopatía.
- Ciclo superior en anatomía patológica y citología ginecológica.
- Exalumna de Medicina, habiendo cursado diversas asignaturas, constatables en mi                  expediente. 

Recordarás, estés donde estés, que a mí me dijiste esto hace un par de años. Por lo demás, mantenías siempre un halo de misterio respecto a tus estudios, pero no sabía exactamente cuáles eran tus especialidades. 
En lo que sí coincidimos, fue en lo de que fuiste Matrícula de Honor en el Instituto de Bachillerato Isabel de España, obteniendo también nota de sobra para entrar en Medicina. 
Ya me dijiste que Dª Emilia Lucendo hizo todo lo posible por darte esos honores, pero que alguna puerta giratoria giró demasiado y, en un sinsentido, no te dieron lo que bien merecías, por derecho y méritos propios.
Lo que más quedó, invisible,  la promesa y el espacio reservado en esta casa, porque ibas a venir, ¿no? Que si las cajas, que si tus títulos, que si el gato: ¿sabes que al final lo sacrificaron y no pude ni siquiera evitarlo? Soy un papanatas, lo siento. Eso sí, vi que en tu móvil abierto dejaste constancia de que te hinchabas por alguna retención de líquidos más y más. No pudiste salir con Sarito, le dijiste, a bañarte en Bajamar. Estabas tan demacrada y asombrada, a la misma vez, que no te atrevías a salir así y lo comprendo.
Me dejaste tu móvil con tu voz, tus imágenes y whatssaps, ya que ni siquiera pude felicitarte las Navidades como debía.
Ahora parezco un Sherlock Holmes descabezado en busca de alguna pista que me diga qué te pasó, en tu cama, muertita, hinchada, demacrada y putrefacta, aunque sé que tenías estupendas prácticas en anatomía forense, pero parece que tus amigos de la rama no me dicen qué demonios te pasó: no se sabe si gritaste, si dormías, si te faltó un medicamento, o si sufriste un infarto... ¿Dónde están las muestras? ¿Dónde el famoso examen del forense? Hasta que no lo lea, no te dejaré de encender velitas y rogarle a Buda y a Dios que te protejan de no sé qué cosas o misterios, porque morir en tu casa, hablar el 27 con tu tía y que el informe especifique el 26, como verás, no cuadra. 
Las pruebas de la Quirón de tu colonoscopia, ver efectivamente en vídeo, que acudiste y que allí se quedaron también esperando ser recogidas, sin resultado, ni pena ni gloria.
Duele, es bilis y lo temo más que mi propia muerte. Si pudiera despertarme mil veces y escucharte a la una, o a eso de las dos de la mañana… Sin embargo, no hay vuelta. Pasó y te cocieron “al horno” como en una panadería, pobrecita.
Adiós, mi hermana querida, adiós.

Ayer me encontré con otro peine tuyo de esos de rizar. Tiene tu ADN, y parece que dijera: aquí estoy, esperando a que venga Mirita.
La foto tuya con mi gato, que le ha encantado a todos tus amigos de Tenerife y Gran Canaria. Son tantas muestras de dolor, que decían que no podía ser, que eras demasiado buena, a pesar de tu propio calvario, a pesar del nuestro, de tu familia cercana, tus tías, mío propio, eterno y profundo; adiós, adiós. Ve con Dios.

































23 de enero de 2021

Subconsciente y sueños II.

 


Pequeño Ensayo sobre el Subconsciente y las Artes 2ª parte.

Como escribí en la primera parte, deberíamos reivindicar como parte de esa calidad de vida particular y de nuestro desarrollo íntegro como seres humanos, el poder expresar nuestro subconsciente.
En el arte moderno y en la posmodernidad, así como en el surrealismo, el subconsciente es una de las partes fundamentales del tema o temas principales, decía también anteriormente.
Uno de los ejemplos de la Literatura que para mí sigue siendo tan actual como el mismo Sigmund Freud o los que han transcendido hasta hoy mismo, es Virginia Woolf, que, sin darse cuenta (aparentemente para la gran mayoría) parecía verse ahogada por esos descansos obligatorios que le imponían sus médicos contemporáneos, por la imposibilidad de salir libremente al centro de London por sus propios medios.
Tampoco hacían caso de sus miedos, que parecían irreales y que fueron reales, ya que Londres fue bombardeada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial a base de bien... ¿Y por eso se reían sus empleadas de hogar, se mofaban de ella sus vecinas y la criticaban sus cuñados? Debe de seguir estallándose de risa en el otro mundo de esa sociedad victoriana insoportable. La familia Woolf fue la primera que tradujo las obras de Sigmund Freud del alemán al inglés. A pesar de ello, Virginia nunca quiso probar sus "tratamientos", ¿por qué habría de hacerlo? Vivía uno de los momentos más inestables de la Historia. No por ello, justifico su suicidio, en absoluto, pero fue su salida en ese momento.

Por tanto, considero más valiente al escritor de todos los tiempos, pues se enfrenta directa y abiertamente al qué dirán de todos de la anacronía. Mientras, el pintor sugiere, alude... En una dictadura, salvo algunos que nunca podrán ser poco coherentes (caso de nuestro gran Goya), el artista puede emplear el pincel y las grandes metáforas del óleo. La crítica literaria es tangible, directa, pero aún tenemos las infinitas versiones sobre la "Gioconda" de Michel Angelo. En las letras, muchas veces, a veces no caben las dudas.

26 de noviembre de 2020

SITUACIÓN DEL SECTOR SERVICIOS EN GALICIA. La Hostelería y demás.

 


Esta y las demás fotos pertenecen a periódicos locales de la C. A. de Galicia, cuyo origen es el de las protestas de los bares, restaurantes y cafeterías que han cerrado o que tienen únicamente permitido dejar recoger alguna que otra bebida o menú. 
Parece un problema poco importante, pero tengo capacidad suficiente para discernir, ya que conocía esta ciudad desde la década de los 90 del siglo pasado. Las medidas me parecen de una proporción totalmente desmesurada hacia el sector servicios y hacia la hostelería gallega, ahora que vine por cuestiones personales y de trabajo. Señores y señoras mías: hace falta este sector como agua de mayo.
Antes de centrarme más en el tema de cómo vi y cómo comparé la limpieza y forma de atención  a los comensales o clientes de estos servicios, para quien no lo sepa, la gastronomía gallega es de las más ricas de toda España: no solo cuentan con una materia prima excelente: pescado fresco de primera, verduras y frutas frescas de temporada, productos de ultramar, carnes de toda clase, embutidos, dulces y toda una red tradicional de servicios, aunque modernizada y con todo tipo de controles de calidad. Estas exquisiteces, deleitan e hipnotizan desde un turista vegetariano y de poco comer, hasta a un exquisito sibarita que se atreviera a venir y gastar el dinero con sumo gusto en estos platos.
Si a esto le añadimos ahora un componente de excelencia en el trato, en la tradición de la cocina y en la preocupación (que diría que es obsesiva a veces para contentar al cliente) ya dejaría de ser objetivo, pues se trata de que hasta el mismo pan es casi como otrora, de leña. No digamos nada de las empanadas, manjar de dioses.
Ahora sí, subjetivamente, antes de que cerraran estos negocios, admirados por lo dicho anteriormente, observé que cumplían con una excelente calidad (sirva el lema de hace años "Galicia Calidade") en todos y cada uno de los puntos de higiene ante el maldito "Covid-19". Tenían botes de alcohol de todo tipo, de sobra y de fácil acceso, cintas divisorias y asientos muy bien separados; carteles informativos sobre cómo asearse y lavarse bien las manos, el tipo de mascarilla y cuándo ponérsela a la hora de consumir, vigilancia por parte de camareros-as y demás trabajadores-as.
En mi tierra canaria, de la que nada malo he de decir, había también limpieza, pero la de aquí me pareció, como dije, incluso obsesiva: servilletas por si salpicaba el gel hidroalcohólico, limpieza de mesas, cambio de manteles de papel, cubertería estrictamente bien lavada, aseos totalmente desinfectados y limpios, trato exclusivo al cliente por el precio de siempre, etc. Me parecía todo hecho con una profesionalidad digna de ver, expresado sin bromas, con la verdad por delante.
Cartel de protesta en un local coruñés.

No me referiré ni a políticos ni a administraciones públicas o privadas. Simplemente, como canario que soy, doy mi enhorabuena a estas buenas gentes de la hostelería por su esfuerzo y por su padecer. Me parece injusto que no dejen abrir este sector, y que dure tanto tiempo, ya que cualquier camarero o camarera llamaría la atención tan solo de ver un comportamiento imprudente en cuanto a las reglas para no pillar el Covid-19.
Espero que si esto lo leen personas con algún cargo, lo tengan en consideración, ya que creo que, humildemente, ellos no se merecen este trato
Por último, olvidé destacar que se utilizan más cintas de advertencia por la distancia que en cualquier otro lugar, tanto en el suelo como a metros del suelo
Las pocas veces que pude comer algo en un bar o restaurante, aún siendo de carretera, me llamó la atención eso de las cintas de separación, mucho más que si de una iglesia o tienda cualesquiera se tratara. Deseo mucha suerte al sector de la hostelería, del turismo y del resto del engranaje que se forma cuando los negocios funcionan bien. Ojalá que esto acabe de una vez. Gracias por leerme.


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