¡Pum, pum, pum!
Hamás contra Israel,
¡Pum, pum, pum!
Israel va contra Gaza.
¡Bum! Bombazo en el norte,
Israel mueve a Palestina,
para, dicen los medios,
cargarse de una vez a Hamás
Y retirarlos de Gaza.
No hay luz, ni agua.
Gente enferma, niños y heridos...
¡Pum, pum, pum!
Una guerra sin sentido,
Para eliminar a los que un día,
Los que ahora valientes atacan, dieran baza,
dinero, artillería y alas para atacar... "Hamás"
Una guerra contra el amigo, ahora enemigo,
que fue aliado estratégico.
Y así, el juego sucio de Siona,
Esa señora con bigote,
Jefa de los judíos del norte,
Amantes del dios Ares,
de la guerra sucia, cruel
Cómplices, los demás países,
de no aclarar el entuerto,
diciendo alto y claro
que el tiro les salió
por la culata, a los judíos:
Matando a cientos de inocentes,
La mayor parte, hijos de David,
que nada tenían que ver,
con el jueguecito
de sus militares-superiores.
Ahora van a por los palestinos que quedan,
encerrados, enfermos, entre los muros y el mar,
metidos en lo que les queda de la que fuera
su propia tierra, con invitados, desde que las Naciones,
refugiaran a los perseguidos,
por demonios con cruces gamadas,
en una tierra que fueron invadiendo,
al olvidar toda la Segunda Guerra Mundial:
Campos de concentración, barbarie jamás antes vista,
negación, engaño, matanza y trato que aún,
ondas que surcan tiempo
siguen asqueándonos la conciencia.
Es el olvido al nazi más cruel,
Que mató al cerdo judío con hierro candente,
con crueldad experimental,
sin piedad, como a materiales o ratones de laboratorio...
¿Volverán a salir los espíritus antepasados
Recordándoles, buen judío: esto es el bien, aquello es el mal?
Forzosamente, volverá la esperanza y el tiempo nuevo
De la humanidad y la confianza,
Pues si no, no volveré a creer,
En una raza tan vacía,
Indigna siquiera de un diluvio,
Por parte de un dios cruel o injusto.
Estos prójimos, ahora inocentes,
tal vez sean también los exterminados,
por una crueldad que sólo los espíritus de los campos de exterminio comprenderán,
Y se repetirá de nuevo la Historia,
Más exterminio, por los nietos y biznietos de los exterminados,
No soy nadie, no sé si es así, pero espero jamás estar en lo cierto.
Y despertar de la pesadilla de tanta guerra y tanta hipocresía televisada.
P A X
