Café exquisito y otras infusiones.

Se dice que cada cual ofrece lo que tiene. Cuando se trata de un nuevo local, una cafetería amplia y luminosa en la cual entras y lo primero que ves es gran variedad de cafés, una moledora y otros utensilios que no son propios de un bar cualquiera, te das cuenta de que has dado con una cafetería especializada. Al cabo de un minuto, ves que tampoco está decorada excesivamente, pero que tiene a unos jóvenes muy amables que esperan a que pidas alguna variedad de cafés importados en paquetes al vacío, algunos ya molidos o sin moler y, según el propietario, Jon Rueda , a veces mezclados exquisitamente por él, durante un laborioso tiempo dedicado exclusivamente a hacer de cada café o infusión una delicia. El que probé, dejándome llevar por su decisión (pues de café no sabía que según el lugar, no siempre son amargos), pedí un cortado de taza grande. No tienen nada que ver con los clásicos cafés italianos, africanos o de otros lugares vendidos a granel. ...