LA PLÁTANO NARIA, EL MILLO MAÍZ Y EL TOMATE QUISITO.
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LA CHICA-PLÁTANO NARIA, en la "mano de plátanos". |
Éranse una vez un tomate llamado Quisito (de la familia de Exquisito), una chica-plátano llamada Naria (de la familia Canaria) y un millo que era Maíz (de la familia Gofio). Los tres, vivían en la casa del abuelo Cilantro y eran muy felices, hasta que empezó a haber mucho sol y una sequía terrible. Ese día, la vecina doña Papa, que tenía mucho dinero y era importante en todas las islas, fue a visitar a don Cilantro y le contó que le habían robado y que apenas tenía agua en su "Mansión Papa frita".
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El millo Maíz junto a sus hermanitos cuando nació. |
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Doña Papa, en una foto familiar del 2001. |
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EL TOMATE QUISITO. |
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"MANSIÓN PAPA FRITA", CON LA CABAÑA AL FONDO. |
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EL ABUELO D. CILANTRO.
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Al día siguiente, el abuelo Cilantro, les dio besitos a todos ellos ellos y les regaló llaveros, postales y muchos juguetes. Les presentó al gato Ramiro y les dijo con voz firme y alta: háganle caso siempre a Ramiro, porque os llevará de viaje. Será un viaje muy largo, pero se van a divertir mucho y van a tener agua y fresquito.
Los pequeños Quisito, Naria y Maíz y Millo lloraron desconsoladamente, hasta que Ramiro el gato les dejó un pañuelo a cada uno de ellos. Entonces, se fueron a Gando, en Gran Canaria y Ramiro los subió en su lomo. Se agarraron muy fuerte a su pelo y se subieron al maletero de una guagua. Allí, vieron al señor don Ajo de Alicante y a doña Naranja de Valencia, que estaban durmiendo en una bolsa de playa.
Cuando la guagua paró, Ramiro corrió lo más rápido que pudo y saltó dentro de una avioneta. Allí mismo se puso su gorro de aviador y les dijo a sus amigos que se abrochasen bien los cinturones. Todos tenían mucho miedo, aunque Ramiro les dijo: "miaauuu, miaauu, miii", que en el lenguaje gatuno quiere decir "tranquilidad. Todo va a salir bien porque llevo pilotando avionetas 10 años". Les dio un Clipper (TM) de fresa a cada uno y puso en marcha la avioneta con Maíz, Quisito, Naria (que era la menos miedosa) a bordo. Ramiro el gato dio un gran acelerón porque había mucho viento y despegaron casi a punto de tropezar con un avión de Iberia. Así se le quedó la cara a Ramiro en ese momento:
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Ramiro cuando casi choca con el avión de Iberia. |
Después, Naria, Quisito y el millo Maíz se quedaron dormiditos. No sabían que habían volado durante muchas horas hacia el norte sobre España, Francia y Alemania hasta que los despertó Ramiro para avisarles de que aterrizaban en Dinamarca para repostar, que es ponerle gasolina a la avioneta.
Los tres se quedaron asombrados. El tomate Quisito vio de repente salir del precioso paisaje verde a un perro llamado Lolo y se empeñó en ser su amigo. Lolo, le dijo "gua, guuaauu", que quiere decir, "si quieres quedarte en este país, puedes hacerlo. Quisito dijo que sí y se despidió de sus amigos diciendo "Farvel!", ¡adiós! Para quedarse en Dinamarca, fue con el perrito Lolo (de la familia del Sr. Felipe Val) al mercado y allí le daban 30 € por ser canario, guapo y fresco.
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El perrito Lolo en Dinamarca lleva a Quisito al mercado. |
Después de repostar, siguieron su viaje hacia Noruega. Llegaron pronto y bajaron de la avioneta en Oslo, la capital de ese país del norte. Allí, el millo maíz pasó por el mercado y lo compraron por 10 €, por ser canario, guapo, natural y salado. Vivió muy muy feliz y le hicieron una fiesta con otros millos de colores. Ramiro, dijo a Naria, la plátano canaria, que se sujetara fuerte y corrió otra vez como nunca. Se subieron a un barco enorme y llegaron a un puerto donde hacía mucho frío. Después de que la gente saliera del barco, ellos dieron un salto y llegaron a la pescadería. Ramiro habló en inglés con un pulpo que le dijo que la niña bonita, la plátano Naria iba a vivir de lujo, en una mansión gigante con frutas tropicales, pero sin pasar frío. Así, pasaron los años y Naria aún hoy recuerda cómo en el año 2012 valía 30€ en Noruega y en Canarias no valía ni un céntimo de euro.
Justo allí, pudo visitar a la abuela doña Cilantra, que no había conocido nunca, y que era la esposa de su abuelo Cilantro.
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
De parte de Lolo, el perrito de Dinamarca, que lean mucho este verano, que hagan caso a sus padres y a sus madres y que se porten bien. Adiós.
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La abuela doña Cilantra conoce a su nieta Naria en Noruega. |
(C) C. Gustavo Ferrera López. Las Palmas de G. C.
Nos encantan todos tus cuentos.
ResponderEliminarTienes mucha gracia e imaginación.
Gracias.
Daniel C.F.